La sanidad presenta todos los rasgos de cualquier
servicio con un mercado
de oferentes y demandantes que lo hacen atractivo para el análisis económico. Se trata pues, de un mercado con notorias peculiaridades y
características (Gimeno Ullastres, 2012).
Según
el Informe del Banco Mundial 1993 (Invertir en Salud), la segunda medida que marca para futuros planes de
actuación es redirigir el gasto público desde la asistencia especializada hacia
actividades altamente efectivas y de bajo coste como la inmunización, los
programas para combatir las deficiencias en micro – nutrientes, y el control y
tratamiento de enfermedades infecciosas. ¿Qué pasaría si existiera un
medicamento que pudiera curar cualquier patología, desde un cáncer hasta una
simple gripe, fuera un excelente antiinflamatorio, inocuo y que además
estuviera tan al alcance de la mano que incluso podría fabricarse en casa con
ingredientes accesibles?
Para comenzar, el MMS, también conocido como Clorito de Sodio o dióxido
de cloro, ha sido uno de los descubrimientos más innovadores desarrollados a lo
largo de la última década. Se trata de un suplemento[1]
que funciona fortaleciendo el sistema inmunológico, no es un tratamiento para
una enfermedad específica , pero afecta a la Salud Pública en general. Entre
las enfermedades que ha sido probado entran la Malaria, Gripe A, SIDA, ELA
(Esclerosis lateral Amiotrófica) o el cáncer, pasando por una gran cantidad de
dolencias. Las últimas investigaciones han desarrollado este suplemento
mediante el CDS (dióxido de cloro), el cual puede ser administrado de forma
intramuscular o intravenosa y disminuye el sabor amargo del cítrico.
[1]
Se le llama “suplemento” y no “medicamento”, dado que no ha sido aprobado por
la FDA u otras agencias.
Con esto no quiere decir que se curen de forma radical todas estas
patologías – estaríamos hablando de agua
bendita o poderes supremos –,
pero como veremos más adelante, es un suplemento muy económico y fácil de
conseguir, lo que facilita su uso y propagación a la vez que se comprueban y
demuestran los resultados médicos.
Y para los que no somos especialistas biomédicos, ¿cómo se explica esto?
Tal y como describe en su libro el ingeniero y descubridor de este suplemento,
Jim Humble, en una expedición en la selva de Guyana – país situado al sur de
Venezuela – en busca de oro, dos de sus hombres enfermaron de Malaria. Al no
disponer del medicamento para ésta enfermedad, tan sólo decidió suministrar una
solución de oxígeno estabilizador diluida en agua. Tras una inmediata recuperación
(en menos de 5 horas tal y como describe en su libro, Humble decidió
desarrollar este nuevo suplemento para conocer sus limitaciones y los riesgos
de utilizarlo. Su vida, tras ese momento ha cambiado drásticamente. En los
Estados Unidos fue criticado y acusado de fraude, teniendo que huir a México
para continuar sus estudios. Este producto puede ser comprado en diversos
sitios web por un coste mínimo.
El MMS parte de dos
componentes: el clorito sódico diluido en agua a un 28% y Ácido Cítrico. Cuando
se juntan en un recipiente se genera Dióxido de Cloro. Una vez mezclados estos
dos componentes, (empezando por una gota
de cada uno) y tras esperar unos instantes, se le añade agua o zumo de manzana
sin vitamina C (dado que ésta es un increíble antioxidante) y se ingiere. Este
proceso se efectúa varias veces al día.
Según explica Antonio
Costa, una vez en el estómago el Dióxido de Cloro o ClO2 liberado de la
concentración, navega por todo el cuerpo a través de la sangre, buscando
selectivamente el terreno ácido para reaccionar. Por el contrario, si las dosis
son abusivas o se aumenta muy rápidamente puede probar el efecto adverso o
Herxheimer, el cual implica diarrea, vómitos, nauseas, etc. Uno de los
grandes investigadores de este producto es el bioestadístico Andreas Kalcker,
el cual describe detalladamente en su libro: CDS, La salud es posible (2013), los efectos positivos y negativos del
Dioxido de Cloro en personas enfermas.
¿Cómo funciona este producto?
Centrándonos en la explicación de Kalcker, al descubrir el MMS no se
tenía del todo claro por qué curaba, ni el mecanismo de acción de este producto
ya que su propia eficacia carecía de una lógica aparente. Se trata – hablando
en plata – de descifrar cómo una simple sal mineral puede curar o mejorar enfermedades
de diversa índole.
El
dióxido de cloro es conocido por ser uno de los mejores bactericidas del mundo
y un oxidante débil. La célula humana soporta aproximadamente 1,3 V de oxidación.
El dióxido de cloro tiene un voltaje más bajo (0,95 V) de potencial oxidativo y
por lo tanto menor que el del oxígeno, que es de 1,3 V. Por esta razón, el ClO2
no puede afectar negativamente a la célula en dichos términos.
Explicado
de una manera simple: si tenemos un cargador de baterías de 12 V, intentaremos
cargar una pila de 1,5 V y esta se sobrecalentará, probablemente explotará. Al
fin y al cabo, se trata de oxidación. Pues esto mismo pasa con las bacterias,
ya que son células individuales y normalmente no agrupadas entre sí. Sin
embargo, si ponemos ocho pilas de 1,5 V en serie que, unidas, hacen 12 V, estas
no explotaran, sino todo lo contrario: se cargaran de energía. Aunque no tenga
rigor científico en absoluto, este ejemplo puede ayudar a comprender el
funcionamiento electroquímico.
Tal y como explica la Dra.
Eva Serra, odontóloga por la Universidad de Barcelona, el MMS o Dióxido de Cloro
es capaz de eliminar en el cuerpo bacterias, virus, hongos y parásitos
unicelulares, al igual que otros microorganismos. A diferencia de los
antibióticos, el MMS elimina 38 microorganismos por oxidación, es decir, elimina
por combustión y no mediante intoxicación, que es el mecanismo de acción de los
antibióticos. No existe ningún microorganismo capaz de resistirse a la
oxidación. De hecho, se trata del mismo sistema que utiliza nuestro organismo
para la eliminación de patógenos: la oxidación por medio del oxígeno.
¿Por qué no se conoce?
¿Por qué el Estado o las empresas
farmacéuticas no financian una investigación o ensayo clínico en el que se
verifique la eficacia del MMS en el tratamiento de enfermedades, así como la
inocuidad de sus efectos secundarios?
En España se prohibió en base
al artículo 4 de la ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso
racional de los medicamentos y productos sanitarios:
1. Se prohíbe la elaboración,
fabricación, importación, exportación, distribución, comercialización,
prescripción y dispensación de productos, preparados, sustancias o
combinaciones de las mismas, que se presenten como medicamentos sin estar
legalmente reconocidos como tales.
2. Queda expresamente prohibida
la promoción, publicidad o información destinada al público de los productos incluidos
en el apartado 1.
Por otro lado, las farmacéuticas
promueven y financian aquellas sustancias que, en caso de ser autorizadas por
la Administración, puedan constituir objeto de patente para conseguir
beneficios. En el siguiente gráfico se muestran los porcentajes de gasto
sanitario público consolidado en España durante el año 2013, donde se puede ver
que el 17,0% está directamente destinado a farmacia, siendo un 6 - 7% mayor de forma
indirecta mediante los hospitales.
Como explicó el Doctor J. Espín en
su paso por la Escuela Andaluza de Salud Pública, el gasto farmacéutico
hospitalario creció un 55% en 4 años. Pero es tan solo el 1% de los
medicamentos que se crean anualmente los que generan una ganancia terapéutica
significativa. Más del 50% quedan encasillados a No añade nada nuevo.
Fuente: Farmaindustria |
Quizás
nos encontramos ante un producto que nos permita cambiar el rumbo de la
desigualdad y la pobreza no solo en países en vías de desarrollo sino para
nosotros mismos. Si tuviéramos en cuenta los gastos clínicos y la gran
cantidad de pacientes fármaco – dependientes que están surgiendo en base a la
sobre explotación de las industrias, se prestaría mayor atención a algún
medicamento alternativo.
Desconocía totalmente la controversia de esta sustancia que he consultado en Internet...Dejando aparte el caso singular del MMS, tu artículo me sugiere y me recuerda que la investigación (y especialmente la que se refiere a la salud) nunca es neutral. Siempre tiene detrás una importante razón de ser que desgraciadamente (¿?) suele ser económica. De ahí que haya poca investigación de fármacos para enfermedades muy prevalentes del "Tercer Mundo" o enfermedades raras con pocos consumidores. La salud como negocio... ¿te suena a algo?. Saludos.
ResponderEliminarMi nombre es Sra Latisha, quiero agradecer a este gran médico harbal que me ayudan me diagnosticaron la enfermedad ELA, este doctor prepard algunas hierbas para curarme y ahora estoy fuerte otra vez todo gracias a dr Uzaba si lo que necesita es ayudar a contactar con él en el correo electrónico de llamadas Spiritualuzabatemple@gmail.com +2349031695243
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